DEFINICIONES DE INNOVACIÓN Y GESTIONES DEL CONOCIMIENTO

 Los tiempos han cambiado, la manera en como nos adaptamos a la vida cotidiana, a nuevas tecnologías, viéndose afectados varios aspectos de la vida como los sentidos, hábitos, valores, gustos y los mercados, pudiendo llevar esto a cambios muy radicales, pero intentar frenar los diferentes cambios puede ser contraproducente desde el punto de vista como individuo mismo y para una organización a nivel de mercados.

La gestión del conocimiento es parte fundamental para el alcanzar el éxito de una organización estableciendo una estructura cultural que refleje el orden y así facilitar un trabajo colaborativo a nivel empresa. Intercambiando conocimientos y la suficiente información de manera física y virtual, con el objetivo de desarrollar productos y servicios innovadores con el fin de encontrar soluciones y mejorar la efectividad y eficacia de la organización.


Sin una adecuada gestión del conocimiento que sea respaldada por una alta dirección que sea acompañada con instrumentos adecuados de motivación e implicación, hace que innovar se vuelva muy complejo de manejar, sus objetivos sean inalcanzables y genere un incremento en los costos.

Entonces, ¿Qué es la innovación?



La innovación es un proceso que busca mejorar la posición competitiva de las empresas incorporando nuevas tecnologías y conocimientos provenientes de diversos campos. Manejando aspectos científicos y tecnológicos, sino también organizacionales y comerciales, con el objetivo de impulsar la evolución de las etapas productivas y comerciales de las empresas. La innovación representa la esencia de la economía basada en el conocimiento y se posiciona como uno de los pilares fundamentales de la globalización.



La innovación es un proceso clave para el crecimiento y el progreso de las empresas y la sociedad en general. A continuación, se describen los principios fundamentales de la innovación:

 

1.       La innovación comienza cuando la gente convierte problemas a ideas.

2.       La innovación requiere un sistema establecido para fomentarlo.

3.       La pasión es el combustible y el miedo es el ingrediente oculto.

4.       Situar los innovadores cerca para fomentar el intercambio y las relaciones.

5.       Las diferencias, de idioma, cultura, raza, género, pensamiento, etc., que muchas veces dividen, se pueden y se deben aprovechar.


La gestión del conocimiento no solo se trata de captar, organizar y distribuir información, sino que también desempeña un papel crucial en la generación de nuevos conocimiento y la innovación.

A menudo, se tiende a asociar la innovación con procesos costosos de investigación, desarrollo, adquisición y transferencia de tecnología para el desarrollo de nuevos productos o mejoras en los procesos productivos. Sin embargo, la innovación también implica hacer las cosas de manera diferente, de forma más efectiva, aplicando la creatividad y el aprendizaje.

La gestión del conocimiento y la innovación están estrechamente relacionadas y comparten un objetivo común: generar beneficios mediante el uso del conocimiento. La innovación implica aprovechar los recursos del conocimiento para crear, introducir, vender y difundir nuevos procesos y productos mejorados en la sociedad.

Por otro lado, la gestión del conocimiento consiste en establecer procesos, políticas y herramientas para gestionar y desarrollar los activos intelectuales de la organización. Su objetivo es transformar el conocimiento acumulado en valor y beneficios tangibles tanto para la organización como para sus grupos de interés.


Ambos conceptos persiguen el mismo fin: generar beneficios mediante mejoras en procesos, productos y servicios basados en el conocimiento. La innovación se presenta como una aventura que comienza como una idea en la mente de las personas, evoluciona a través de la comunicación y el trabajo en equipo, y se materializa como una realidad


Algunas empresas, la innovación se asocia con la introducción de un único cambio significativo, mientras que en otras se logra a través de cambios progresivos que eventualmente se suman a un cambio significativo. Sin embargo, la innovación no se limita a lograr el éxito en ocasiones aisladas, sino que requiere una concienciación constante y disposición de toda la organización para lograr una mayor eficiencia en la transferencia rápida de nuevas ideas hacia productos y servicios, y su distribución a nuevos clientes.

La innovación no se limita a momentos de inspiración o a unas pocas personas con habilidades especiales, sino que puede lograrse de diversas formas, como en la oferta de servicios a los clientes, en la estrategia de distribución de productos, en las relaciones con otras empresas (como fusiones empresariales) o en la forma de comercializar un producto o servicio. Además, la innovación no se basa únicamente en ideas novedosas, sino que también puede surgir a través de la adaptación de pequeñas mejoras en productos o procesos.








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